Conciliación extrajudicial en derecho
Una conciliación extrajudicial en derecho es tan importante como la conciliación judicial, porque dichos procesos no son para nada similares pero cada uno a su manera contribuye a la solución de problemas entre dos personas implicadas.
En el presente artículo a continuación será visto en que consiste precisamente la conciliación extrajudicial en derecho y al mismo tiempo ver como se le puede sacar mucho provecho a este tipo de conciliación que resulta muy útil e importante
Conciliador en la conciliación extrajudicial en derecho:
Para un acto de conciliación extrajudicial en derecho debe existir una persona que funcione como intermediario entre ambas personas que están conciliando extrajudicialmente.
Esto se ve implicado únicamente en la conciliación extrajudicial, ya que en la conciliación judicial el que actúa es el juez dictando una sentencia para acabar con el caso, mientras que el mediador hace que ambas partes queden conformes con el acuerdo.
A demás en la conciliación extrajudicial no es necesario tener un abogado que defienda o represente a las personas, porque el conciliador es totalmente imparcial en su trabajo y siempre va a buscar una salida objetiva al problema.
La persona que funcione como conciliador en la conciliación extrajudicial debe estar completamente capacitada para resolver un caso de conciliación extrajudicial que normalmente puede ser por ejemplo: la separación de bienes matrimoniales.
En adición a esto el conciliador tiene que estar acreditado y autorizado por el ministerio de justicia español para que de esta manera no haya inconvenientes ni mal entendidos a la hora de cumplir su trabajo como mediador.
Una vez la persona va a desempeñar como conciliador debe cumplir con su principal función promoviendo la únicamente la comunicación por parte de los dos implicados, siguiendo al pie de la letra el protocolo que cumplen los conciliadores.
Otro requisito que debe cumplir una persona que va a desempeñar como conciliador es encontrase adscrito a cualquier centro de conciliación que esté autorizado por el ministerio de justicia en el país de España.
La vigencia de la habilitación en el registro de conciliadores, también forma parte importante de los requisitos que debe cumplir el conciliador para desempeñar. En caso de hacer en un área específica como lo familiar debe tener su debida acreditación y autorización.
Áreas que se consideran conciliables y no conciliables:
Hay especificaciones sobre los actos que se pueden conciliar, como también hay restricciones impuestas por la ley que no permiten realizar conciliaciones en determinados casos.
Cuando se trata de la familia es un acto completamente conciliable en el que se puede reclamar por querer pretender, temas como el dinero necesario para la comida, el control en las visitas familiares, como la tenencia de los hijos.
En cuanto a materia contractual se habla, debe aplicarse estrictamente la ley estipulada por el estado que trate sobre las contrataciones, por otro lado cuando se habla de la parte laboral tienen que respetarse los derechos irrenunciables de los trabajadores.
Todas las nombradas anteriormente son de carácter conciliables a continuación serán nombrados los actos de conciliación que por motivos de la ley constitucional de España no está permitido conciliar ante ninguno de estos casos.
Cuando se trata de bienes y los derechos de las personas incapacitadas no es posible conciliar ante ello, al igual que la petición de una herencia familiar, o la violencia que se ve implicada a niños o seres de la familia.